jueves, 19 de diciembre de 2013

Feliz Big Boing




En Mundo Lateral no existe la Navidad pero hay una importante festividad doble: los Big Boings.

La razón es astronómica, no religiosa. Su planeta no tiene un movimiento circular alrededor de su estrella sino pendular. Es como estar montado en el barco vikingo de un parque de atracciones.




Cuando su planeta se acerca a cierto punto de su recorrido, va frenando su velocidad hasta detenerse y, de ahí, desanda la órbita recorrida hasta el punto equivalente al otro lado. Por eso, en Mundo Lateral se dice que existen años hacia delante y años hacia atrás. 

Cuando el invierno va antes que la primavera, es un año hacía atrás (Backward Year). En cambio, si empieza en primavera y acaba en invierno, es un año hacia delante (Forward Year).

Los días en que el planeta pendular frena por completo para dar la vuelta, están señalados como festividades en su calendario. A cada uno de ellos se les llama Gran Rebote o Big Boing. Son días especiales porque se experimentan unos momentos de ingravidez que, aunque ocasionan múltiples roturas de vajilla, tienen una magia especial, sobre todo para los niños.

Los adornos típicos de un Gran Rebote son magnéticos y hacen referencia a todas las cosas reversibles de nuestra vida; las tortillas de patatas, los columpios, los palíndromos y, el símbolo más típico en estas fiestas: un calcetín al revés.

Pero no sólo se trata de adornar la casa y experimentar emocionantes momentos de ingravidez. Aunque los habitantes de Mundo Lateral no tengan una religión organizada, son personas muy espirituales y su forma de ver la existencia es un reflejo de su Universo, también pendular. Todo lo que es inferior es superior; lo que fue el origen, es el destino. Lo que se da, se recibe; lo que se puede ver por un lado, se puede ver desde el otro.

Por eso, la costumbre es que en los días del Big Boing, todos los familiares y amigos se separen.

¿Separarse?

Sí. Quizás esto sea lo más controvertido de su tradición. Cada cual debe buscarse un hotel, una tienda de campaña o por lo menos una habitación cerrada para aislarse de sus seres queridos. Aunque durante todo el año convivan en la misma casa, ese día deben separarse, a no ser que se trate de niños muy pequeños. Pero incluso a los bebés se les deja un rato llorando sin que nadie les coja durante quince minutos por lo menos.

A pesar de que esta costumbre se ha mantenido durante generaciones, hay algunas personas, sobre todo jóvenes, que no están de acuerdo con separarse de sus padres sólo porque lo mande el calendario. Según los psicólogos de este planeta, es normal en la adolescencia ser demasiado obediente y estar apegado a los padres; pero es sólo una etapa. 

Dicen los historiadores laterales que el origen de esta tradición era evitar que unas personas se chocaran contra otras en el momento de flotar por la estancia. Para los habitantes actuales de Mundo Lateral se ha convertido una costumbre importante, ya que durante este día reflexionan sobre las cosas a las que hay que dar la vuelta.

Además, experimentar el desapego con los seres queridos es muy bueno para la familia porque la despedida les hace darse cuenta de cuánto se quieren. También, por lo que cuenta el Míster, este ritual es muy necesario para crecer de forma sana: les prepara para ser independientes y aprender que después de la soledad llega el reencuentro. Así, cuando uno de sus seres queridos falta, o si se han peleado y no se han reconciliado, están preparados para su ausencia ya que han practicado cada año. 

Durante un Big Boing, especialmente durante los momentos de solitaria ingravidez, todos los seres son seres queridos, todos están presentes.

Le deseamos un Feliz Big Boing.

martes, 17 de diciembre de 2013

7 Pecados Laterales: Silencio

"Mejor parecer un tonto que abrir la boca y confirmarlo."

"Es muy guapo pero habla y lo estropea." 

"No hables si lo que tienes que decir no es mejor que el silencio."

¿Te suenan estas frases?

Son clichés propios de la cultura de Mundo Recto, donde hemos inventado muchas palabras despectivas para el habla: charlatanería, parloteo, palique, cháchara, verborrea… Nos da miedo decir alguna tontería si no nos "cortamos". De hecho, algunas personas inteligentes o con algo nuevo que decir temen hablar en público cuando ese público llena el mundo de frases promedio.

De alguna forma se ha extendido la creencia de que cuando alguien guarda silencio está fabricando algo valioso en su mente cuando, en realidad, puede estar tarareando una canción de Miley Cyrus o pensando en las formas que puede adoptar una palomita de maíz.

En Mundo Lateral, guardar silencio es considerado de mal gusto e incluso una disfunción de la personalidad. No existe una palabra equivalente en Mundo Recto, pero hay una expresión que significa "mezquino de cabeza" y se refiere al que escucha la conversación de los demás sin intervenir. Si hace un viaje en ascensor horizontal, asegúrese de hablar sin parar con su acompañante o éste se sentirá gravemente ofendido, incluso puede llamar a la policía. Allí se dice: "Si el silencio fuera sabiduría, deberíamos aprender de las piedras", o también: "No hay palabras con menos vísceras que las no pronunciadas".

Pondremos algunos ejemplos:

En las escuelas de Mundo Lateral se insonorizan las paredes para que alrededor de treinta niños puedan proponer como se podría reproducir un animal, qué letras añadirían al alfabeto o qué países podría tener el planeta para que saliera un mapa chulo. Decimos que las clases se insonorizan porque, dependiendo del interés que tengan en la asignatura, pueden alcanzar más de noventa decibelios, el equivalente a un concierto de rock acústico.

Si uno de los niños no se anima a soltar ocurrencias y se limita a reproducir el contenido del libro, la profesora le da clases particulares. El niño tiene que entender que está muy feo guardar silencio en público. Es importante que se acostumbren desde pequeños si quieren llegar a ser, por ejemplo, buenos ingenieros.*
*Método científico Lateral: Si las escuelas son un auténtico caos, no te puedes imaginar cómo son las reuniones en los institutos de investigación. Se requieren décadas de intensa formación para desenvolverse en ese ambiente de trabajo. Para un científico de nuestro mundo sería insoportable. Es el equivalente a trabajar en una cocina profesional cuando sólo se sabe hacer un huevo frito lentamente. Son verdaderas junglas de diagramas infinitamente complejos, asociaciones de ideas caóticas y vueltas de tuerca a la propuesta anterior. Para nuestros ojos es un completo caos, pero ellos parecen fluir al unísono, captando la más mínima sutileza proveniente del inconsciente de los demás como si sus cerebros estuvieran conectados por una sola red sináptica. Trazando líneas y borrándolas inmediatamente. Corrigiendo y retomando todos al tiempo. ¿Cómo pueden entenderse? En otra entrada debemos extendernos acerca del método científico de Mundo Lateral, tan extraordinariamente avanzado que nos podría parecer magia.
Quizás el caso más paradigmático del flujo libre de la mente lo encontremos en los monjes Burnaquianos, que provienen del lado oriental de la cordillera de Burnica aunque han extendido su escuela de pensamiento por todo el mundo. 

Los monjes burnaquianos creen que a la muerte le gusta el silencio y que la vida ha evolucionado para poder pensar y comunicar esos pensamientos. Por tanto, un ser vivo debe comunicar sin descanso, no necesariamente con palabras. Creen que guardarse pensamientos, ya sean obscenos, ofensivos o tontos, es profundamente irrespetuoso con nuestra esencia. El silencio, dicen, es estéril. Su entrenamiento consiste en eliminar cualquier restricción a la palabra.

Se dice que muchos políticos, filósofos o buscadores de la verdad se acercan a una de sus congregaciones para intervenir en sus interminables diatribas. Para localizar el lugar sólo tienen que afinar el oído porque su atronadora conversación se escucha a kilómetros de distancia, incluso las aves evitan posarse en el tejado de sus templos espantadas por el estruendo. Aseguran que una hora de charla con los monjes burnaquianos revela de forma tan brusca tantas cosas a la vez, que hay que estar preparado para el golpe psicológico. Algunos no lo soportan y su carácter se vuelve taciturno, como si no necesitaran decir nada más.

Si un día apareces por casualidad en Mundo Lateral, no cometas el error de observar a tu alrededor para hacer lo que vieres. Di cosas, aunque no tengas nada que decir y no conozcas el idioma. Interrumpe en las conversaciones, mete las narices en los corrillos de lugareños. No seas maleducado.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Cómo convertir un villancico casposo en viral

Lo confieso: odio el villancico de "El tamborilero". No sé si es por ese "ro pom pom pom" interminable, pero es escucharlo y que me salga urticaria musical. Arg.

Sin embargo, en ese baúl del tesoro que es youtube, hemos encontrado esta versión: a capella y más cerca de los Back Street Boys en un especial de Navidad, que de los niños poseídos de los cds de villancicos. 

Olé por conseguir lo imposible: renovar un villancico casposo y, encima, convertirlo en un fenómeno de Internet con casi 20 millones de visitas.
Feliz viral.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Cerdo agridulce

Imagínate que tienes que vender la primera plataforma online que enseña a los chavales a administrar mejor el dinero. Qué apasionante ¿eh? Recuerdo que lo primero que pensamos cuando Keepunto nos encargó esta campaña, fue que los adolescentes nos iban a escupir en redes sociales. 

A mensajes imposibles, soluciones inesperadas. Así que, además de encontrar otra forma de decirlo, creamos este jingle y contratamos como prescriptor a un youtuber famoso entre nuestro público. Hoy hace un año que lanzamos la campaña, éste fue el resultado:



Ya dijimos que en una agencia de publicidad hay que estar preparado para todo. Nunca sabes qué te vas a encontrar a la vuelta de la esquina, es una de las razones por las que esta profesión resulta apasionante. Aunque es normal que, cuando te enfrentas a desafíos como éste, al principio no sepas por dónde cogerlos. 

domingo, 8 de diciembre de 2013

¿Por qué competir si se puede colaborar?


En una agencia de publicidad hay que estar preparado para todo. A veces, acabas haciendo las cosas más extrañas en horario laboral: visitar mercerías en hora punta marujil, estudiar el feng shui, sacar fotos a una tostadora, bailar para una maqueta... Lo que sea necesario. Otras, en cambio, se trata más de adaptarte a las circunstancias y encontrar nuevas soluciones. Por ejemplo, colaborar con otras empresas de tu sector para que el proyecto sea posible.

En el caso de este vídeo, Mass Public (gestora de publicidad) y Equmedia (agencia de medios) desarrollaron juntos la campaña "Madrid destino 7 estrellas". Y a su vez, ellos nos encargaron la producción de este spot que hemos compartido y otros vídeos que puedes ver aquí.

También podríamos incluir en este post  la iniciativa "Publicidad sí", en la que han colaborado muchas marcas y asociaciones. Aunque no compartimos el planteamiento, sí nos encanta que se hayan unido para llevarla a cabo. Porque en Mr. No Name creemos firmemente en la promiscuolaboración. Para nosotros, colaborar con diferentes personas y empresas, más que la forma de trabajar del futuro, es la mejor forma de vivir el presente. Y es tendencia.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Ante la duda, sentido común.

Resulta que no siempre me he dedicado a la publicidad, acabé en esta profesión un poco por azar hace ya muchos años. La primera agencia en la que estuve era joven pero más que sobradamente preparada. Cuando llegué empezaban a ganar premios y entre los jefes había nombres muy conocidos. Yo llegué con muchas ganas y las pilas cargadas, al venir del mundo audiovisual no me quedaba otra que aprender deprisa. Pero, claro, no podía sospechar la cantidad de dilemas a la que se enfrentan estos profesionales cada día; los matices que se valoran al pensar un concepto; o el nivel de creatividad exigido allí (no aceptaban nada por debajo del 9, aunque fueran las cuatro de la mañana y tu idea fuera un más que digno 8'5).

Como es natural, me surgían mil dudas todos los días. Nunca he tenido miedo de preguntar lo que no sé, así que acudía a mi director creativo como si fuera mi guía espiritual en publicidad. Este señor, todo un gurú (aunque no me guste esa palabra) respondía con toda la paciencia del mundo incluso en los momentos de mayor estrés. Hasta que un día, me dijo la frase del millón: "Ante la duda, sentido común. Siempre". 

A simple vista, puede parecer tan evidente que es absurdo hasta decirlo en voz alta. Pero aplicado a mi rutina laboral a partir de ese día, descubrí que muchas de las estrategias de contacto, planes de fidelización, lanzamientos de producto, mensajes... Se aclaraban y simplificaban al aplicarles esa premisa. Más adelante, hablando con amigos y conocidos de diferentes profesiones (matemáticos, periodistas, programadores, enfermeras...), me di cuenta de que es aplicable a todas. Incluso cuando te enfrentas a un desafío temible por primera vez.

Sin embargo, muchas veces con el ruido y el estrés diario perdemos de vista una verdad tan clara. Supongo que la frase de "el sentido común es el menos común de todos los sentidos" existe porque está en vías de extinción.

lunes, 2 de diciembre de 2013

"Se busca diseñador gratuito para superproducción de Hollywood".

"¿Pero de qué se quejan los creativos? Se dedican a sentarse con un gin tonic hasta que se les ocurre alguna locura, yo también quiero trabajar así". He escuchado frases como ésta más veces de las que me gustaría. No soporto que la gente se queje por quejarse, pero hay por lo menos un par de asuntos que hace que en las agencias nos pongamos en plan Hulk. Y con razón.

Empiezo por la manía que tienen de no pagarnos por nuestro trabajo (o pagarnos una cantidad insultante). Se da por hecho que pensar ideas y ejecutarlas para presentarlas es gratis. Pues no. Se gastan recursos (humanos y materiales) y tiempo. ¿La gran trampa para que aceptes estas condiciones? Este vídeo genial de Scofield Editorial la explica muy bien:



Si no ves los subtítulos en castellano, dale al Play y busca este icono abajo a la derecha:

Un caso aparte dentro de este punto son los concursos. Cuando nos dejamos la piel gratis para ganar una cuenta, pueden pasar muchas cosas. Por ejemplo, ganamos pero nos tiran la idea a la basura. Si la campaña ha triunfado, será porque ha gustado; entonces, ¿por qué nos obligan a empezar de cero? Además, si trabajamos bien (que es lo suyo), ya hemos presentado lo mejor. 

Otro ejemplo, quizás el más terrible: que el concurso ya tenga un ganador desde el principio. ¿Por qué nos hacen perder el tiempo así? Eso, sin entrar en la brutal falta de respeto por el trabajo de los demás.

Por supuesto, hay situaciones aún peores: trabajar gratis, que te timen, te plagien y, encima, te amenacen. A un diseñador le ha pasado esto mismo con el cartel de una película de Spike Lee (si ni trabajando para alguien como él puedes ganar una cantidad digna...).

Esto me lleva directamente a la segunda situación que hace que nos hierva la sangre: el mito de que no es un "trabajo de verdad". Claro, lógico que no nos paguen si no se considera un trabajo. Esta profesión es peculiar y depende mucho de lo inspirado que uno esté. Pero como se suele decir, las musas te tienen que pillar trabajando. Las ideas geniales pueden ser fruto de un chispazo, pero no son fortuitas. Es más, lo normal es que ese instante de "eureka" surja después muchísimo tiempo invertido en pensar en esa campaña. Y sin gin tonics (al menos durante el horario laboral).

Es cierto que los caminos de la creatividad son inescrutables, pero una campaña se traza con una estrategia sólida y mucho sentido común.


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Esto es lo que ha publicado Spike Lee en su cuenta de Twitter sobre la polémica con el diseñador y el cartel de su película:
Viene a decir: “Nunca he oído hablar de este tío Juan Luis García, si tiene algún problema no es conmigo. Yo no lo contraté, no lo conozco. Eh, escribirme es un truco barato”.

Ante semejante mensaje, me gustaría responder 3 cosas:
  1. Da igual que no lo contratara directamente, es el máximo responsable, es su película. Así que no me sirve que se lave las manos de esta forma tan burda.
  2. Un diseñador con un currículum como el suyo no necesita recurrir a un truco sucio para encontrar trabajo. Si se hubiera molestado en mirar su web lo sabría.
  3. ¿No hubiera sido más fácil llamar a la agencia y pedir explicaciones en lugar de menospreciar al profesional? ¿No es él también un creador, un artista? ¿Dónde están la empatía y el beneficio de la duda?
Para terminar con un pequeño escalofrío, el diseñador ha retirado la carta abierta a Spike Lee de Internet. ¿Le habrán amenazado de nuevo con una tonelada de denuncias?

De todas formas, es inútil: una vez subido un contenido a Internet, ya nunca desaparece del todo (en este caso para bien). Por eso, a pesar de que el link de nuestro post original con la carta ya no funciona, todavía puedes leerla en este artículo y averiguar más sobre la noticia aquí.