En "Casanovas en publicidad" comentamos la importancia de crear o buscar ese momento perfecto para el encuentro entre marcas y consumidores. Esta vez vamos a hablar de estar en el lugar equivocado en el peor momento. Como en el famoso ejemplo que encabeza este post: la nieve que sostiene esa niña con carita de ilusión, se convierte en otra sustancia por culpa de la noticia que encabeza la página. Y por si fuera poco, encima el alijo lo enviaron en avión, como la nieve de Iberia.
Seguro que tú también has visto en publicidad más desencuentros de este tipo. Por mi parte, yo recuerdo un anuncio de cruceros que ocupaba un tercio de página del periódico, puesto justo debajo de la noticia del desastre del Costa Concordia. O uno de una aerolínea low cost, también enorme, en la misma página que la noticia de la tragedia de Spanair. O un banner sobre un producto para alargar la anatomía masculina, en la página oficial de Bob Esponja,
Estas cosas no pueden pasar. Aunque alguno diga que por lo menos el anuncio no ha pasado desapercibido, es un error garrafal con consecuencias desastrosas. En el mejor de los casos, la gente, estupefacta, lo convierte en un meme que va derecho a failblog. En el peor, en una campaña espontánea en redes sociales para "castigar" a las marcas. Seguro que os acordáis de la que se lió en Twitter después de que bañaran de chocolate a una concursante en Campamento de verano. O de lo que le pasó a La Noria después de una de estas "campañas de indignación colectiva".
Ahora más que nunca, los errores se pagan muy caros. Hay muchas bocas en todas partes y todas tienen a mano un móvil. Además, una vez comienza la difusión, es imparable.

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