Este anuncio nos recuerda a una situación que se da a menudo en las agencias. Ese temido momento cuando un cliente te suelta el clásico "no lo veo" (a veces camuflado de "me suena raro", "le falta algo", "no me termina de encajar, dale una vuelta"... ). Da igual la expresión, porque todas significan lo mismo: que lo que has presentado no les gusta pero no saben decirte por qué.
Sin embargo, el cliente no es el único experto en dar respuestas difusas y sin fundamento. En otras ocasiones provienen del departamento de cuentas, y eso sí que es grave. ¡No nos tiremos piedras en nuestro propio tejado!
A ver, si algo no funciona o a otros les cuesta "verlo", nuestro trabajo es solucionarlo. Pero en Mr. No Name sabemos que un "no lo veo" en cualquier variante no ayuda a nadie: no podemos resolver algo si no sabemos lo que falla. Por eso, hacemos el esfuerzo de argumentar siempre nuestras críticas.
Lo primero es preguntarse en concreto qué es lo que no funciona: ¿el mensaje es confuso?"; "¿La gráfica no encaja con la marca?"; "¿Tal vez el concepto es demasiado arriesgado?"; etc. Una vez tengamos la/s respuesta/s podremos trabajar sin dar palos de ciego. Esto no sólo hace que el trabajo del equipo creativo sea más eficiente; también nos ayuda a mejorar con cada crítica (constructiva, a ser posible ;-)
En el departamento de cuentas de Mr. No Name nos esforzamos en hacer buenas preguntas y críticas con fundamento, porque sabemos que mejoran el trabajo de la agencia. Además, hay otra razón por la que vale la pena analizar lo que no funciona: nosotros también nos equivocamos y, cuando se reconocen sin dramas innecesarios, se aprende mucho de los errores.
Por último, otras veces el problema eres tú. Sí, tú como individuo. Todos tenemos nuestras filias y fobias personales que afectan a nuestra percepción, y sólo nos damos cuenta cuando ponemos en palabras objetivas una sensación subjetiva. ¿Te parece raro? Te aseguro que ocurre. A nosotros nos pasa.
Por eso, tenemos presente que no se trata de que nos guste a nosotros o al cliente: se trata de provocar la reacción del consumidor final. No siempre hacemos exactamente lo que el cliente nos ha pedido, hacemos lo que necesita. Para nosotros esto es Talcualogía.
Dicen que hablando se entiende la gente. Estamos de acuerdo, pero le añadimos que con argumentos claros y sólidos aprendemos día a día, el trabajo es más eficaz y, en definitiva, nos entendemos mucho mejor.







