jueves, 31 de octubre de 2013

Opiniones masivas


Hasta que apareció Internet, los mensajes sobre sus productos pertenecían a las marcas. Ellas decidían qué y cómo se comunicaba, al menos de forma masiva. Pero, claro, ahora ya no controlan la expansión y repercusión de las opiniones de la gente. 

La verdad es que, en general, nos fiamos mucho más de los mensajes que provienen de otros consumidores, así que es normal que cunda el pánico (sobre todo entre los que no hacen las cosas como debieran). Por ejemplo, para los que nos planificamos los viajes por nuestra cuenta, páginas como TripAdvisor se han convertido en una referencia casi obligada para que no te den gato por liebre.

A algunos esto no les hace ninguna gracia. El otro día salía en las noticias un cargo importante del sector hotelero quejándose de lo indefensos que se encuentran frente a los comentarios online. Esta persona defendía que no eran legítimos porque no tenían que pasar por ningún filtro y que eso no era justo. Según él, un comentario falso puede destruir la reputación online y perjudicar seriamente el negocio de cualquiera. Otro decía que puede ser la misma competencia intentando hundirles. A nada que busques un poco encuentras opiniones de esta clase de "indignación" por todas partes.

Y digo yo, cuando éramos nosotros los que estábamos indefensos ante su control absoluto de los mensajes ¿no era injusto? Cuando son los dueños de esos negocios los que comunican, ¿cómo sabemos que dicen la verdad? Ahí está la clave, no tenemos forma de saber si mienten. Aquí van un par de muestras: 
Que no se me entienda mal, no estoy diciendo que todos los negocios que viven del turismo usen estas sucias técnicas para captar clientes, pero todos sabemos que muchos lo hacen sin ninguna vergüenza. Así que me parece más que legítimo acudir a Internet para saber qué dice la gente sobre ese hotel que tiene tan buena pinta.

Para ser justa, también es verdad que hay usuarios que dan opiniones que no son reales (hay mucho trol suelto por la red). Y también es cierto que la indignación nos motiva más a comentar que una buena experiencia. Aunque si el hotel (o el producto que sea) mola de verdad, lo normal es que encuentres 15 comentarios positivos por cada uno terrible. 

Tenemos todo el derecho a opinar lo que nos parezca. ¡Faltaría más! Señores del sector turístico, la libertad de expresión está para ejercerla. Y como explicaremos en nuestro próximo post, con constancia y dedicación es muy fácil construir una buena reputación Online. Siempre que, claro, no intentes engañar a la gente.

lunes, 28 de octubre de 2013

El ingenio está por todas partes


Un día cualquiera paseas por la calle y te encuentras algo como esto. ¿A que mola? Desde aquí nuestras felicitaciones a www.corsetsmadrid.com

Hoy en día te encuentras esta clase de ingenio donde menos te lo esperas, desde una marca como IBM (gracias a la agencia  mi querido watson) con su smart ideas for smarter cities a 50 formas de simplificar tu mundo en  "una web cualquiera".

Los ejemplos están por todas partes, mira a tu alrededor cuando salgas de casa o bucea por la red, te sorprenderás de los resultados.

¿Y tú? ¿Qué muestras de ingenio inesperado has encontrado por ahí?

viernes, 25 de octubre de 2013

Gracias, Alex.

Por mucho que todos nos indignemos, necesitamos que nos apoye alguien a quien escucha mucha gente. Por eso, GRACIAS, Alex, por ser el portavoz de esta verdad como un puño de Thor de rotunda.

Es de cajón, por eso sorprende que sea necesario decirlo en voz alta. Pero hacía falta porque, en unas declaraciones surrealistas, resulta que el Director de Comunicación de la FECE comenta que la clave del éxito de la Fiesta del Cine ha sido el corto plazo. Ale, con un par.

Por supuesto, este señor tiene todo el derecho a aplicar la estrategia que se le antoje porque es su negocio. Pero como decíamos en nuestro post de ayer, verdad y comunicación son (y deben ser) compatibles. Al menos que lo diga claramente para que no le explote en la cara, porque con sus declaraciones ha ardido Internet. Aquí van algunos de los muchísimos ejemplos que se pueden encontrar por ahí:

jueves, 24 de octubre de 2013

Alergia a la verdad


Ya sabemos que la publicidad trata de vender, y pensamos que no hay nada de malo en ello, por eso no entendemos que algunos se empeñen en mentir. Y es que parece que la verdad es un recurso poco elegante, el último recurso o, simplemente, un recurso que no se contempla utilizar.

En el pasado, unas cuantas veces, ante alguno de los muchos desafíos a los que nos enfrentamos cada día, he oído a más de uno en las agencias preguntar con gran apuro: "¿Y qué le decimos al cliente?". Mi respuesta, un tanto perpleja, solía ser: "¿Y qué tal la verdad? Suele funcionar".

En otros casos, esta alergia proviene directamente del cliente. Hace años hubo quien nos pidió que hiciéramos un "envío para pedir perdón pero sin pedir perdón" (y sí, es textual). Por supuesto, nos parecía absurdo, pero el cliente no atendió a razones y tuvimos que hacerlo. La ironía de todo esto es que, al final, el envío recibió un premio publicitario. Y aunque queda muy bien en mi currículum, dudo mucho que aplacara la comprensible ira de los usuarios y, por tanto, dudo que a la larga fuera bueno para la marca.

Mi experiencia me ha enseñado que la gente agradece que le hables claro y le digas la verdad. Sí, incluso cuando se trata de admitir errores. Es más, sobre todo en ese caso, y es que aunque todos nos equivocamos, como marca se tiene más responsabilidad porque los errores afectan a más gente. Por eso, que seas "el que admite sus errores y dice (y hace) las cosas como son" puede ser el aspecto más importante de tu identidad: como, desgraciadamente, no es algo que se vea todos los días llama muchísimo la atención.

¿Un ejemplo? En otro post comentaba mi desesperación con los operadores de comunicación, y mencionaba a Pepephone como la gran excepción que confirmaba la regla. Pepephone se dedica a hacer bien lo que otros hacen mal y a comunicarlo en sus principios con todo el sentido común del mundo. Sus clientes aseguran que todas las comunicaciones que reciben de Pepephone son buenas noticias: les han bajado la tarifa, les han aumentado los megas, les compensan por algún error (lo hayan notado o no), etc. Con esto último, encima, consiguen que hasta un pequeño fallo de la compañía se acabe percibiendo de forma positiva. Honesto e inteligente. Así sí, ¿verdad?

En Mr. No Name creemos en el amor sincero entre marca y consumidoresPor eso, hoy invito a todos a rehabilitar la verdad como valor fundamental y gran recurso publicitario, independientemente de que la publicidad suela llevar  "el traje de los domingos" para causar buena impresión ;-)

lunes, 21 de octubre de 2013

Casanovas en publicidad



"Son todos iguales. ¡Unos cerdos!". Ahí está el problema: generalizar es muy injusto. No importa si hablamos de las relaciones de pareja o de la publicidad.

Hitch echa un mano a los hombres para que encuentren el amor, no una cita fácil para llevársela a la cama y si te he visto no me acuerdo. De la misma forma, nosotros no creemos en la publicidad engañosa o inmoral que busca meterse en tu bolsillo a cualquier precio. Creemos en el amor entre marcas y consumidores.

Como hemos comentado en posts anteriores, la mejor publicidad es un buen producto pero, a veces, por la mala fama que nos dan algunos, los consumidores ignoran nuestros mensajes. (Como algunas chicas ignoran a "los tíos" por sistema cuando se les acercan un sábado noche).

Por otra parte, también suele pasar que cuando no se tiene en cuenta lo que realmente busca un consumidor, se intente matar moscas a cañonazos (con lo que sólo consigues que la mayoría de las moscas te odien profundamente por molestar).

Lo que hace Hitch en realidad no es vender un "producto" al máximo número de gente, sino a ese consumidor en concreto (consumidora en este caso, claro), creando el entorno perfecto para que esté dispuesta a darle una oportunidad a ese producto (buen tío). Y eso es exactamente lo que hacemos en Mr. No Name.

La oportunidad es la diferencia entre ligar con o sin Hitch. Y en publicidad, esa oportunidad es la diferencia entre buscar consumidores por tu cuenta o contar con la ayuda de una agencia. Eso sí, lo que conseguimos es abrir una puerta, que la puerta se mantenga abierta o no, ya no depende de nosotros, depende del producto. Si eso falla, no hay mucho que se pueda hacer.

¿Os acordáis del Cacao Maravillao? No era un producto real, pero se hizo tan conocido que la gente lo demandó y lo acabaron produciendo. La primera vez todo el mundo fue en masa a comprarlo (esa oportunidad de la que hablamos), pero como resultó que estaba realmente malo, nadie lo volvió a comprar. En este caso, fue el consumidor el que acabó diciendo "si eso... Ya te llamaré".

jueves, 17 de octubre de 2013

"Permítame que le asigne un nombre"


Según nos cuenta nuestro Míster, en Mundo Lateral uno no se presenta porque el nombre se lo ponen los demás. La presentación entre dos completos desconocidos, podría ser algo así:

En Mundo Lateral, una mañana cualquiera por la tarde, una anciana y un pintoresco caballero se cruzan por la calle. Él levanta el ala de su sombrero a modo de saludo, ella se detiene ante esta interacción y decide que ya es hora de otorgar al caballero un nombre. Durante unos segundos, lo observa atentamente hasta que da con el apelativo más apropiado para ese ser. Después, procede a presentarlo:

- Encantada, usted es Mr. Waterfree. 
- Y usted es Miss Millpills, mucho gusto.

lunes, 14 de octubre de 2013

El papel todo lo aguanta


Lo primero, y para que conste, en este post se va a dar una de cal y otra de arena. Aquí no va a haber flores para nadie. Lo siento, hoy no toca ;-)

Para que no se diga de la viga en el ojo propio, voy a empezar por nosotros. Sí, los creativos, esos grandes desconocidos con sus pequeñas locuras. Aguantamos de todo y nos encanta nuestro trabajo, pero también tenemos nuestras cositas. 

A mí me ha costado años, y alguna pataleta profesional, darme cuenta de que muchas veces es mejor asesinar una idea con tus propias manos, que empecinarse en algo imposible. Por mucho que te guste o muy genial que te parezca. Y sé que no soy la única. Nos enamoramos de nuestras creaciones (¡y que viva la pasión!), pero a veces corremos el riesgo de obcecarnos en nuestro "mini mundo creativo" y hacer las campañas para él. En otras palabras, el "ombliguismo" no es sano. 

Por supuesto, en otras ocasiones, debemos defender nuestras posiciones y poner nuestra pica en Flandes por la creatividad. Y también por la coherencia que, debido a la vorágine propia de esta profesión, tantas veces queda arrollada por el camino. En este caso, no suele ser "culpa nuestra", y es que a veces el cliente también tiene sus cosas (aquí viene la de arena, con cariño, pero cada cual tiene lo suyo).

Lo explico con un ejemplo, uno de tantos que tantos profesionales podrían poner. Hace años, pensando una campaña para una aseguradora de coches, contábamos con el mejor argumento de venta posible: un seguro con coberturas como las mejores de Mapfre y precio tipo Línea Directa. Así que incluimos una tabla comparativa de precios y coberturas de otras compañías en todas las piezas. Al cliente le encantó la campaña pero… Nos ordenó quitar todas las tablas y dejar el resto como estaba. 

El problema es que el concepto de toda la campaña se basaba justamente en la comparación y, después de ese cambio, resultó que ya no había con qué. O sea, que lees un titular que te invita a comparar seguros y, cuando buscas más información, sólo hay uno presentado al más puro estilo folleto clásico. WTF?
Rogamos que nos dejaran presentar otra opción, pero el cliente se negó, extrañado, porque para él la campaña estaba bien. Y así salió. 

Como dice el título de este post, el papel todo lo aguanta. Puedes escribir “e vevido dhel basó” (¡arg!) y no pasa nada. La celulosa, o los píxeles, no se quejan, no arden por combustión espontánea causada por una ortografía criminal, ni levantan un dedo acusatorio mientras hacen preguntas incómodas sobre un concepto. Sin embargo, eso no quiere decir que no haya que mimar la coherencia y el sentido común más elemental en las campañas. 

Todo el mundo sabe esto, claro que sí, pero creo que en algunos momentos perdemos el Norte: nosotros podemos caer en el onanismo creativo (normalmente sin querer), y a veces los clientes no ven que un “pequeño cambio” puede afectar a un pilar maestro de la campaña. Y ésos son sólo un un par de ejemplos. Por eso, creo que deberíamos realizar un esfuerzo, agencia y clientes, para no perder nunca de vista el bosque, aunque estemos en la fase de abrillantar las hojas de cada árbol. 

jueves, 10 de octubre de 2013

Empezó con un café


De nuevo hemos encontrado otra iniciativa "simple y genial" y que, para aquellas marcas que participan, definitivamente es "publicidad para el bien".

Esta vez se trata de Suspended Coffee ("café aplazado"), una iniciativa que empezó en Nápoles y ya se expande por el mundo, cuyo mayor acierto es lo fácil que resulta echar una mano sin alterar el día a día. Ni el de las marcas, ni el de los clientes.

Imagínate que por la mañana vas a por un café y compras uno de más. Al pagar declaras que es un "café aplazado". Eso significa que alguien en una situación precaria puede ir al establecimiento y tomarse ese "café aplazado" gratis, gracias a una invitación anónima. ¡Eso sí que es una relaxing cup of café con leche!

Empezó con un café, siguió con el desayuno y ahora hay hasta "comidas aplazadas". Pequeños gestos de cada uno de nosotros (un café, un sandwitch, una barra de pan...)  que, poco a poco, van marcando una gran diferencia. Y cada vez hay más establecimientos sumándose a esta iniciativa, ¿qué puede dar mejor imagen que apuntarse a un gesto tan fácil y que, literalmente, no te cuesta nada?

lunes, 7 de octubre de 2013

Pop hits, jingles y temazos.


Maldita canción, la tengo metida en la cabeza desde ayer. Me parece una crítica genial en su acidez y claridad, por eso quería compartirla. De todos modos, miembros del equipo que saben de música mucho más que yo, han señalado que las canciones populares suelen ser así de simples y repetitivas. O sea, que la crítica es muy graciosa pero les parece un poco injusta.

Yo creo que el vídeo sólo muestra que muchas de las canciones que arrasan ahora no son auténticos temazos (por cierto, fíjate en el número de reproducciones de ese enlace, al final resulta que la masa no sólo consume "frases vacías")Claro que, cada uno tendrá su propia definición de temazo, para gustos colores, pero creo que, según el vídeo, en cierto modo, se trata de una versión del problema de cantidad frente a calidad.

De la misma forma que ya no puedo sacarme la canción de Víctor Lemes de la cabeza (y aquí vaaaa, una frase vacía...), tampoco puedo olvidar los jingles más conocidos de la publicidad. Así, sin pensar, ya me vienen a la cabeza estos tres: tenemos chica nueva en la oficina, que se llama Farala y es divina; vuelveee a casa vuelveee por Navidad; y es el Cola Cao desayuno y merienda, es el Cola Cao desayuno y merienda ideaaaal.

No son precisamente de antes de ayer, pero es que los jingles, cuando funcionan, arrasan. A la gente se le quedan esos segundos de letra y melodía grabados a fuego (incluso en contra de su voluntad). Y si, en lugar de intentar comunicar las bondades de un producto, la canción trata un tema universal con simpatía, como nos pasó en su momento con esta campaña, la gente se implica hasta límites insospechados.

Además, fíjate si el recurso funciona, ¡que hasta nos enseñaban la tabla de multiplicar o los planetas del Sistema Solar con canciones! 

¿Y tú qué piensas? ¿Lo que suena en la radio son versiones de "aquí vaaa una frase vacía"? ¿Todo lo contrario? ¿Qué es para ti un temazo
¿Qué jingles publicitarios no puedes olvidar?

jueves, 3 de octubre de 2013

Reeditográficas


¿Has oído hablar del bloqueo del escritor?, ¿has percibido que algunas películas podrían haber sido muy buenas pero han acabado siendo un insulto al espectador?, ¿no has leído biografías de artistas que mueren incomprendidos y en la miseria? En Mundo Lateral todo esto es negocio. ¿Un artista que se suicida?, ¿un escritor que se rinde? Estupendo. Allí no se tira nada, saben aprovechar muy bien nuestros fracasos. 



Por ejemplo, piensa en esos apuntes en el cajón de un escritorio o en la carpeta de documentos protegidos de un portátil. Trabajos que son resultado de años de introspección y que, sin embargo, no se darán a conocer, suponen allí una alta rentabilidad. Porque cuando alguien con extraordinario talento no intenta hacerse conocido, es una oportunidad magnífica para las reeditográficas de Mundo Lateral.

Su éxito se basa en nuestra firme creencia de que el mejor trabajo es el que llega a tener éxito. De esta manera, aquí, en Mundo Recto, nos quedamos con un conjunto homogéneo de obras; una Madonna que décadas después se continúa en una Lady Gaga. Allí, los intentos frustrados u obras rechazadas forman un abanico cultural de extraordinaria riqueza. Aunque no sean los mejores ejemplos, allí se vende La guerra de las galaxias que no entienden los niños, el Oscar Wilde que no se calló nada y el musical que Freddy Mercury estrenó en 2001.

Por otra parte, claro, los autores que son para nosotros completos desconocidos, como Andrei Antonov o la genial autora india del Muy Picante Siglo, Manjit Mahan, son los
más reconocidos en Mundo Lateral. Me gustaría especificar si éstos escriben o componen, pero en realidad el formato de sus obras no se adapta a lo que entendemos por largometraje, novela o álbum musical. Todas las formas concebibles de representación han sido fabricadas y distribuidas por las reeditográficas. Los grandes autores conjugan elementos como texto poético, sabor y análisis estadístico con total fluidez en una sola obra coherente. Incluso formas de arte como la arquitectura maciza, sin gozar de prestigio académico, obtienen una gran comercialización.

El público de Mundo Lateral se apresura a consumir los productos de las reeditográficas, porque allí las obras pueden desaparecer para siempre. Y es que cuanto mejor es una obra, más posibilidades tiene de que un día se reconozca su valor en nuestro mundo. Por ejemplo: La conjura de los necios fue un éxito de ventas en Mundo lateral hasta que se publicó aquí.

Aunque esto pueda parecer inquietante, hay que pensar que las obras según se hacen populares aquí en Mundo Recto, allí se van borrando de la memoria del público. De esta forma, los habitantes de Mundo Lateral no tienen conciencia de haber perdido ninguna obra importante.

Si algún proyecto tuyo se detuvo porque no era suficientemente bueno, puede que ahora mismo sea una gran influencia dentro de los círculos intelectuales de Mundo Lateral. Enhorabuena.