jueves, 28 de noviembre de 2013

Hipocresía con sabor a cola


A veces un mensaje tiene una gran difusión pero ningún resultado útil. Otras, pasa justo al revés: no se entera casi nadie, pero la iniciativa ayuda de verdad. Éste último es el caso de Unilever Food Solutions que, en colaboración la Federación española de hostelería, ha presentado un manual con el que bares y restaurantes pueden ahorrarse más de 7.000€ al año. ¡Eso sí que es apoyar a los bares!

Como decía mi abuela "obras son amores y no buenas razones". Ése es el motivo de que la campaña "Benditos bares" de Coca-Cola me frustre un poco. A ver, el mensaje cercano y emotivo funciona; la realización es impecable; y, bueno, es el tipo de mensaje propio de esta marca. El problema es que la realidad desmonta el anuncio: la gente no ha dejado de ir a los bares porque esté boicoteándolos o hayan dejado de molar; no va (o mucho menos que antes) porque no tiene dinero. Sí, es muy duro decirlo así, pero es cierto.

Por eso, no me gusta que la marca se limite a transmitir un "mensaje bonito".  Y lo que más me irrita es el discurso solidario cuando en realidad no están ayudando a nadie. Peor aún cuando es una multinacional todopoderosa que podría echar una mano de verdad. Porque cuando quieren, así lo hacen. Como la filial de Coca-Cola en Filipinas, que ha decidido destinar su presupuesto de publicidad a ayudar. Una de cal y otra de arena, quiero suponer.

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