jueves, 19 de diciembre de 2013

Feliz Big Boing




En Mundo Lateral no existe la Navidad pero hay una importante festividad doble: los Big Boings.

La razón es astronómica, no religiosa. Su planeta no tiene un movimiento circular alrededor de su estrella sino pendular. Es como estar montado en el barco vikingo de un parque de atracciones.




Cuando su planeta se acerca a cierto punto de su recorrido, va frenando su velocidad hasta detenerse y, de ahí, desanda la órbita recorrida hasta el punto equivalente al otro lado. Por eso, en Mundo Lateral se dice que existen años hacia delante y años hacia atrás. 

Cuando el invierno va antes que la primavera, es un año hacía atrás (Backward Year). En cambio, si empieza en primavera y acaba en invierno, es un año hacia delante (Forward Year).

Los días en que el planeta pendular frena por completo para dar la vuelta, están señalados como festividades en su calendario. A cada uno de ellos se les llama Gran Rebote o Big Boing. Son días especiales porque se experimentan unos momentos de ingravidez que, aunque ocasionan múltiples roturas de vajilla, tienen una magia especial, sobre todo para los niños.

Los adornos típicos de un Gran Rebote son magnéticos y hacen referencia a todas las cosas reversibles de nuestra vida; las tortillas de patatas, los columpios, los palíndromos y, el símbolo más típico en estas fiestas: un calcetín al revés.

Pero no sólo se trata de adornar la casa y experimentar emocionantes momentos de ingravidez. Aunque los habitantes de Mundo Lateral no tengan una religión organizada, son personas muy espirituales y su forma de ver la existencia es un reflejo de su Universo, también pendular. Todo lo que es inferior es superior; lo que fue el origen, es el destino. Lo que se da, se recibe; lo que se puede ver por un lado, se puede ver desde el otro.

Por eso, la costumbre es que en los días del Big Boing, todos los familiares y amigos se separen.

¿Separarse?

Sí. Quizás esto sea lo más controvertido de su tradición. Cada cual debe buscarse un hotel, una tienda de campaña o por lo menos una habitación cerrada para aislarse de sus seres queridos. Aunque durante todo el año convivan en la misma casa, ese día deben separarse, a no ser que se trate de niños muy pequeños. Pero incluso a los bebés se les deja un rato llorando sin que nadie les coja durante quince minutos por lo menos.

A pesar de que esta costumbre se ha mantenido durante generaciones, hay algunas personas, sobre todo jóvenes, que no están de acuerdo con separarse de sus padres sólo porque lo mande el calendario. Según los psicólogos de este planeta, es normal en la adolescencia ser demasiado obediente y estar apegado a los padres; pero es sólo una etapa. 

Dicen los historiadores laterales que el origen de esta tradición era evitar que unas personas se chocaran contra otras en el momento de flotar por la estancia. Para los habitantes actuales de Mundo Lateral se ha convertido una costumbre importante, ya que durante este día reflexionan sobre las cosas a las que hay que dar la vuelta.

Además, experimentar el desapego con los seres queridos es muy bueno para la familia porque la despedida les hace darse cuenta de cuánto se quieren. También, por lo que cuenta el Míster, este ritual es muy necesario para crecer de forma sana: les prepara para ser independientes y aprender que después de la soledad llega el reencuentro. Así, cuando uno de sus seres queridos falta, o si se han peleado y no se han reconciliado, están preparados para su ausencia ya que han practicado cada año. 

Durante un Big Boing, especialmente durante los momentos de solitaria ingravidez, todos los seres son seres queridos, todos están presentes.

Le deseamos un Feliz Big Boing.

martes, 17 de diciembre de 2013

7 Pecados Laterales: Silencio

"Mejor parecer un tonto que abrir la boca y confirmarlo."

"Es muy guapo pero habla y lo estropea." 

"No hables si lo que tienes que decir no es mejor que el silencio."

¿Te suenan estas frases?

Son clichés propios de la cultura de Mundo Recto, donde hemos inventado muchas palabras despectivas para el habla: charlatanería, parloteo, palique, cháchara, verborrea… Nos da miedo decir alguna tontería si no nos "cortamos". De hecho, algunas personas inteligentes o con algo nuevo que decir temen hablar en público cuando ese público llena el mundo de frases promedio.

De alguna forma se ha extendido la creencia de que cuando alguien guarda silencio está fabricando algo valioso en su mente cuando, en realidad, puede estar tarareando una canción de Miley Cyrus o pensando en las formas que puede adoptar una palomita de maíz.

En Mundo Lateral, guardar silencio es considerado de mal gusto e incluso una disfunción de la personalidad. No existe una palabra equivalente en Mundo Recto, pero hay una expresión que significa "mezquino de cabeza" y se refiere al que escucha la conversación de los demás sin intervenir. Si hace un viaje en ascensor horizontal, asegúrese de hablar sin parar con su acompañante o éste se sentirá gravemente ofendido, incluso puede llamar a la policía. Allí se dice: "Si el silencio fuera sabiduría, deberíamos aprender de las piedras", o también: "No hay palabras con menos vísceras que las no pronunciadas".

Pondremos algunos ejemplos:

En las escuelas de Mundo Lateral se insonorizan las paredes para que alrededor de treinta niños puedan proponer como se podría reproducir un animal, qué letras añadirían al alfabeto o qué países podría tener el planeta para que saliera un mapa chulo. Decimos que las clases se insonorizan porque, dependiendo del interés que tengan en la asignatura, pueden alcanzar más de noventa decibelios, el equivalente a un concierto de rock acústico.

Si uno de los niños no se anima a soltar ocurrencias y se limita a reproducir el contenido del libro, la profesora le da clases particulares. El niño tiene que entender que está muy feo guardar silencio en público. Es importante que se acostumbren desde pequeños si quieren llegar a ser, por ejemplo, buenos ingenieros.*
*Método científico Lateral: Si las escuelas son un auténtico caos, no te puedes imaginar cómo son las reuniones en los institutos de investigación. Se requieren décadas de intensa formación para desenvolverse en ese ambiente de trabajo. Para un científico de nuestro mundo sería insoportable. Es el equivalente a trabajar en una cocina profesional cuando sólo se sabe hacer un huevo frito lentamente. Son verdaderas junglas de diagramas infinitamente complejos, asociaciones de ideas caóticas y vueltas de tuerca a la propuesta anterior. Para nuestros ojos es un completo caos, pero ellos parecen fluir al unísono, captando la más mínima sutileza proveniente del inconsciente de los demás como si sus cerebros estuvieran conectados por una sola red sináptica. Trazando líneas y borrándolas inmediatamente. Corrigiendo y retomando todos al tiempo. ¿Cómo pueden entenderse? En otra entrada debemos extendernos acerca del método científico de Mundo Lateral, tan extraordinariamente avanzado que nos podría parecer magia.
Quizás el caso más paradigmático del flujo libre de la mente lo encontremos en los monjes Burnaquianos, que provienen del lado oriental de la cordillera de Burnica aunque han extendido su escuela de pensamiento por todo el mundo. 

Los monjes burnaquianos creen que a la muerte le gusta el silencio y que la vida ha evolucionado para poder pensar y comunicar esos pensamientos. Por tanto, un ser vivo debe comunicar sin descanso, no necesariamente con palabras. Creen que guardarse pensamientos, ya sean obscenos, ofensivos o tontos, es profundamente irrespetuoso con nuestra esencia. El silencio, dicen, es estéril. Su entrenamiento consiste en eliminar cualquier restricción a la palabra.

Se dice que muchos políticos, filósofos o buscadores de la verdad se acercan a una de sus congregaciones para intervenir en sus interminables diatribas. Para localizar el lugar sólo tienen que afinar el oído porque su atronadora conversación se escucha a kilómetros de distancia, incluso las aves evitan posarse en el tejado de sus templos espantadas por el estruendo. Aseguran que una hora de charla con los monjes burnaquianos revela de forma tan brusca tantas cosas a la vez, que hay que estar preparado para el golpe psicológico. Algunos no lo soportan y su carácter se vuelve taciturno, como si no necesitaran decir nada más.

Si un día apareces por casualidad en Mundo Lateral, no cometas el error de observar a tu alrededor para hacer lo que vieres. Di cosas, aunque no tengas nada que decir y no conozcas el idioma. Interrumpe en las conversaciones, mete las narices en los corrillos de lugareños. No seas maleducado.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Cómo convertir un villancico casposo en viral

Lo confieso: odio el villancico de "El tamborilero". No sé si es por ese "ro pom pom pom" interminable, pero es escucharlo y que me salga urticaria musical. Arg.

Sin embargo, en ese baúl del tesoro que es youtube, hemos encontrado esta versión: a capella y más cerca de los Back Street Boys en un especial de Navidad, que de los niños poseídos de los cds de villancicos. 

Olé por conseguir lo imposible: renovar un villancico casposo y, encima, convertirlo en un fenómeno de Internet con casi 20 millones de visitas.
Feliz viral.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Cerdo agridulce

Imagínate que tienes que vender la primera plataforma online que enseña a los chavales a administrar mejor el dinero. Qué apasionante ¿eh? Recuerdo que lo primero que pensamos cuando Keepunto nos encargó esta campaña, fue que los adolescentes nos iban a escupir en redes sociales. 

A mensajes imposibles, soluciones inesperadas. Así que, además de encontrar otra forma de decirlo, creamos este jingle y contratamos como prescriptor a un youtuber famoso entre nuestro público. Hoy hace un año que lanzamos la campaña, éste fue el resultado:



Ya dijimos que en una agencia de publicidad hay que estar preparado para todo. Nunca sabes qué te vas a encontrar a la vuelta de la esquina, es una de las razones por las que esta profesión resulta apasionante. Aunque es normal que, cuando te enfrentas a desafíos como éste, al principio no sepas por dónde cogerlos. 

domingo, 8 de diciembre de 2013

¿Por qué competir si se puede colaborar?


En una agencia de publicidad hay que estar preparado para todo. A veces, acabas haciendo las cosas más extrañas en horario laboral: visitar mercerías en hora punta marujil, estudiar el feng shui, sacar fotos a una tostadora, bailar para una maqueta... Lo que sea necesario. Otras, en cambio, se trata más de adaptarte a las circunstancias y encontrar nuevas soluciones. Por ejemplo, colaborar con otras empresas de tu sector para que el proyecto sea posible.

En el caso de este vídeo, Mass Public (gestora de publicidad) y Equmedia (agencia de medios) desarrollaron juntos la campaña "Madrid destino 7 estrellas". Y a su vez, ellos nos encargaron la producción de este spot que hemos compartido y otros vídeos que puedes ver aquí.

También podríamos incluir en este post  la iniciativa "Publicidad sí", en la que han colaborado muchas marcas y asociaciones. Aunque no compartimos el planteamiento, sí nos encanta que se hayan unido para llevarla a cabo. Porque en Mr. No Name creemos firmemente en la promiscuolaboración. Para nosotros, colaborar con diferentes personas y empresas, más que la forma de trabajar del futuro, es la mejor forma de vivir el presente. Y es tendencia.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Ante la duda, sentido común.

Resulta que no siempre me he dedicado a la publicidad, acabé en esta profesión un poco por azar hace ya muchos años. La primera agencia en la que estuve era joven pero más que sobradamente preparada. Cuando llegué empezaban a ganar premios y entre los jefes había nombres muy conocidos. Yo llegué con muchas ganas y las pilas cargadas, al venir del mundo audiovisual no me quedaba otra que aprender deprisa. Pero, claro, no podía sospechar la cantidad de dilemas a la que se enfrentan estos profesionales cada día; los matices que se valoran al pensar un concepto; o el nivel de creatividad exigido allí (no aceptaban nada por debajo del 9, aunque fueran las cuatro de la mañana y tu idea fuera un más que digno 8'5).

Como es natural, me surgían mil dudas todos los días. Nunca he tenido miedo de preguntar lo que no sé, así que acudía a mi director creativo como si fuera mi guía espiritual en publicidad. Este señor, todo un gurú (aunque no me guste esa palabra) respondía con toda la paciencia del mundo incluso en los momentos de mayor estrés. Hasta que un día, me dijo la frase del millón: "Ante la duda, sentido común. Siempre". 

A simple vista, puede parecer tan evidente que es absurdo hasta decirlo en voz alta. Pero aplicado a mi rutina laboral a partir de ese día, descubrí que muchas de las estrategias de contacto, planes de fidelización, lanzamientos de producto, mensajes... Se aclaraban y simplificaban al aplicarles esa premisa. Más adelante, hablando con amigos y conocidos de diferentes profesiones (matemáticos, periodistas, programadores, enfermeras...), me di cuenta de que es aplicable a todas. Incluso cuando te enfrentas a un desafío temible por primera vez.

Sin embargo, muchas veces con el ruido y el estrés diario perdemos de vista una verdad tan clara. Supongo que la frase de "el sentido común es el menos común de todos los sentidos" existe porque está en vías de extinción.

lunes, 2 de diciembre de 2013

"Se busca diseñador gratuito para superproducción de Hollywood".

"¿Pero de qué se quejan los creativos? Se dedican a sentarse con un gin tonic hasta que se les ocurre alguna locura, yo también quiero trabajar así". He escuchado frases como ésta más veces de las que me gustaría. No soporto que la gente se queje por quejarse, pero hay por lo menos un par de asuntos que hace que en las agencias nos pongamos en plan Hulk. Y con razón.

Empiezo por la manía que tienen de no pagarnos por nuestro trabajo (o pagarnos una cantidad insultante). Se da por hecho que pensar ideas y ejecutarlas para presentarlas es gratis. Pues no. Se gastan recursos (humanos y materiales) y tiempo. ¿La gran trampa para que aceptes estas condiciones? Este vídeo genial de Scofield Editorial la explica muy bien:



Si no ves los subtítulos en castellano, dale al Play y busca este icono abajo a la derecha:

Un caso aparte dentro de este punto son los concursos. Cuando nos dejamos la piel gratis para ganar una cuenta, pueden pasar muchas cosas. Por ejemplo, ganamos pero nos tiran la idea a la basura. Si la campaña ha triunfado, será porque ha gustado; entonces, ¿por qué nos obligan a empezar de cero? Además, si trabajamos bien (que es lo suyo), ya hemos presentado lo mejor. 

Otro ejemplo, quizás el más terrible: que el concurso ya tenga un ganador desde el principio. ¿Por qué nos hacen perder el tiempo así? Eso, sin entrar en la brutal falta de respeto por el trabajo de los demás.

Por supuesto, hay situaciones aún peores: trabajar gratis, que te timen, te plagien y, encima, te amenacen. A un diseñador le ha pasado esto mismo con el cartel de una película de Spike Lee (si ni trabajando para alguien como él puedes ganar una cantidad digna...).

Esto me lleva directamente a la segunda situación que hace que nos hierva la sangre: el mito de que no es un "trabajo de verdad". Claro, lógico que no nos paguen si no se considera un trabajo. Esta profesión es peculiar y depende mucho de lo inspirado que uno esté. Pero como se suele decir, las musas te tienen que pillar trabajando. Las ideas geniales pueden ser fruto de un chispazo, pero no son fortuitas. Es más, lo normal es que ese instante de "eureka" surja después muchísimo tiempo invertido en pensar en esa campaña. Y sin gin tonics (al menos durante el horario laboral).

Es cierto que los caminos de la creatividad son inescrutables, pero una campaña se traza con una estrategia sólida y mucho sentido común.


------------------------------------------------------------------------------- POST EDITADO ---------------------------------------------------------------------------

Esto es lo que ha publicado Spike Lee en su cuenta de Twitter sobre la polémica con el diseñador y el cartel de su película:
Viene a decir: “Nunca he oído hablar de este tío Juan Luis García, si tiene algún problema no es conmigo. Yo no lo contraté, no lo conozco. Eh, escribirme es un truco barato”.

Ante semejante mensaje, me gustaría responder 3 cosas:
  1. Da igual que no lo contratara directamente, es el máximo responsable, es su película. Así que no me sirve que se lave las manos de esta forma tan burda.
  2. Un diseñador con un currículum como el suyo no necesita recurrir a un truco sucio para encontrar trabajo. Si se hubiera molestado en mirar su web lo sabría.
  3. ¿No hubiera sido más fácil llamar a la agencia y pedir explicaciones en lugar de menospreciar al profesional? ¿No es él también un creador, un artista? ¿Dónde están la empatía y el beneficio de la duda?
Para terminar con un pequeño escalofrío, el diseñador ha retirado la carta abierta a Spike Lee de Internet. ¿Le habrán amenazado de nuevo con una tonelada de denuncias?

De todas formas, es inútil: una vez subido un contenido a Internet, ya nunca desaparece del todo (en este caso para bien). Por eso, a pesar de que el link de nuestro post original con la carta ya no funciona, todavía puedes leerla en este artículo y averiguar más sobre la noticia aquí.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Hipocresía con sabor a cola


A veces un mensaje tiene una gran difusión pero ningún resultado útil. Otras, pasa justo al revés: no se entera casi nadie, pero la iniciativa ayuda de verdad. Éste último es el caso de Unilever Food Solutions que, en colaboración la Federación española de hostelería, ha presentado un manual con el que bares y restaurantes pueden ahorrarse más de 7.000€ al año. ¡Eso sí que es apoyar a los bares!

Como decía mi abuela "obras son amores y no buenas razones". Ése es el motivo de que la campaña "Benditos bares" de Coca-Cola me frustre un poco. A ver, el mensaje cercano y emotivo funciona; la realización es impecable; y, bueno, es el tipo de mensaje propio de esta marca. El problema es que la realidad desmonta el anuncio: la gente no ha dejado de ir a los bares porque esté boicoteándolos o hayan dejado de molar; no va (o mucho menos que antes) porque no tiene dinero. Sí, es muy duro decirlo así, pero es cierto.

Por eso, no me gusta que la marca se limite a transmitir un "mensaje bonito".  Y lo que más me irrita es el discurso solidario cuando en realidad no están ayudando a nadie. Peor aún cuando es una multinacional todopoderosa que podría echar una mano de verdad. Porque cuando quieren, así lo hacen. Como la filial de Coca-Cola en Filipinas, que ha decidido destinar su presupuesto de publicidad a ayudar. Una de cal y otra de arena, quiero suponer.

lunes, 25 de noviembre de 2013

7 Pecados Laterales: Introducción


Hablemos de moral allí donde vive el Míster ¿Existe la ética en Mundo Lateral? En cierto modo sí, pero no como aquí. Nunca ha existido la persona o la institución que se dedicara a pensar qué clase de cosas conviene evitar porque son malas, o qué recompensa se merece alguien por hacer lo correcto. La educación infantil es muy diferente (aquí no la llamaríamos educación) y la religión ni se concibe. Si pides a un lugareño que te explique algo acerca de sus códigos éticos te mirará como si no te hubieras duchado en una semana.


– ¿Y si le meto el dedo en la nariz? – podrías preguntar al hipotético lugareño a modo de ejemplo.

– Se manchará el dedo. – le respondería el habitante de Mundo Lateral.

– Es un ejemplo estúpido. – dirías para aflojar la tensión y darte tiempo para formular una pregunta menos pueril. – ¿Y si entro en su casa aprovechando que deja usted la puerta abierta y le rompo la vajilla? – no es un ejemplo brillante pero podría valer, piensas.

– Mientras usted se ocupa del acto vandálico yo iría a la suya y me llevaría objetos de valor equivalente o superior.

– ¿Y no le molestaría que me hubiera metido en su casa y destrozado sus pertenencias sin razón alguna?

– Oh, sí, por supuesto. Pero de forma implícita me habría dado permiso para llevarme su molinillo fotográfico y adoptar un gatito. Y a mí esa vajilla nunca me gustó demasiado. Así que le daría las gracias en tono iracundo pero agradecido al mismo tiempo. También le invitaría a tomar el té… pero tendríamos que ir a su casa puesto que en ese momento mi vajilla estaría destrozada.

– No entiendo nada. – le dirías aturdido. 

– Lo he hecho lo mejor posible – contestaría el caballero con total honestidad.

– ¿Y si le salvo la vida? – supongamos que no te dieras por vencido y pusieras un ejemplo extremo.

–  ¿Cómo?

– Imagine que las puertas de un ascensor horizontal* están a punto de cerrarse y usted se ha mareado, ha quedado inconsciente y al caer al suelo ha quedado con el cuello justo en la línea de cierre.
*Conviene aclarar ahora que las puertas de los ascensores laterales se cierran con un golpe seco sin previo aviso y están afiladas como una guillotina. Además de usarse para los desplazamientos largos, este sistema se aprovecha para cortar madera o libros gruesos. Aunque hay campañas de concienciación, la población se ha habituado al riesgo y todos los años desaparecen millones de dedos. Puede que en otra entrada expliquemos más sobre su principal medio de transporte.
– Ah, sí, continúe. – te apremiaría el amable caballero. 

– Imagine que tiro de usted hacía dentro y le salvo la vida. 

– Seguiría viviendo, ¿es eso?

– Sí, gracias a mí. Si no fuera porque tiré de usted hacia dentro el ascensor le habría decapitado.

– Supongo que prefiero vivir a morir decapitado. Me gusta vivir de momento.

– ¿Y no me estaría agradecido por salvarle la vida?

– Bueno. Supongamos que usted me agarra por los pies y me desplaza unos centímetros. Quizás usted es aficionado a estirar de los tobillos a la gente y casualmente sigo vivo. Quizás es usted un fetichista. No sería raro puesto que mis tobillos son muy atractivos y siempre llevo hermosos calcetines. En todo caso, no me parece que agarrar a alguien por los tobillos merezca mayor elogio. Es muy fácil. Si eso es salvar vidas, yo puedo salvar su vida en este mismo instante, ¿quiere que le salve la vida?

– No, gracias. Estoy bien así. Puede que no me haya explicado bien. Lo importante no son los tobillos sino el hecho de que su cabeza iba a ser seccionada por la puerta del ascensor. Y yo, de forma intencionada, lo habría evitado.

– Ya… pero la situación de riesgo es mérito del ascensor, no suya. Usted ha hecho algo muy básico que cualquiera puede hacer, hasta una niña pequeña. Y créame, tengo unos tobillos gruesos y tonificados. Muchas damas me lo han comentado. Entre usted y yo, no sería la primera vez que me salvan la vida.

– ¿Entonces preferiría que le hubiera dejado en la misma posición en la que cayó desmayado?

– ¡Por supuesto que no! Hubiera sido decapitado por un ascensor. Es un dolor horrible.

– Entonces, ¿no he hecho algo bueno cuando le he arrastrado para dejarle fuera de peligro?

– Mmm… creo que empiezo a entender lo que quiere decir. Oiga, me estoy cansando de hablar con usted y además tengo que ir a recoger unas frutas que he dejado encargadas. 

– Oh, por supuesto, ¿nos vemos mañana por la tarde y seguimos conversando?

– No me fío de usted. Se le ha ocurrido demasiado pronto el ejemplo de destrozar mi vajilla. Prefiero hacer nuevos amigos o conservar otras amistades que estoy seguro de que no atacarán mis bienes.

– ¡Era un ejemplo! le juro que nunca haría tal cosa. Por favor, necesito intercambiar información, ya sabe, para adaptarme. No tengo más amigos en esta ciudad. Estoy solo.

– Y con toda la razón, caballero. Resulta usted francamente perturbador.

Menos mal que esta conversación era un supuesto que sólo debías imaginar porque, de haber pasado realmente así, déjame decirte que tu actuación habría sido sumamente bochornosa.

¿Quiere esto decir que todo vale en Mundo Lateral? No.

Si te desmayaras en el borde de un ascensor y estuvieras a punto de ser decapitado, con total seguridad cualquier ciudadano te hubiera agarrado por los pies o las axilas para dejarte fuera de la zona de corte. Lo harían rápidamente y sin dudar, igual que en nuestro propio mundo. La diferencia es que, después de hacerlo, seguirían concentrados en sus propios asuntos y no esperarían que mencionaras nada al respecto. Nadie ha pensado que eso es "bueno". Es tan bondadoso como encoger la espalda bajo la lluvia o frotarse el codo cuando nos lo golpeamos contra una mesa. Así funciona, no hay más. 

De todos modos un observador externo sí puede advertir ciertos patrones morales que pasan desapercibidos para los propios habitantes de Mundo Lateral. Para hacer accesible su comprensión desde nuestro Mundo Recto los hemos categorizado en siete pecados laterales:
· Silencio
· Talento
· Victoria
· Obediencia
· Justificación
· Épica
· Madurez
Son siete porque queda bien. Pero podrían ser seis o nueve. Lo más probable es que sólo podamos hacer una burda aproximación a una sociedad cuyas sutilezas se nos escapan a pesar de nuestras ricas conversaciones con el Míster. En próximas entregas de Mundo Lateral iremos repasando pecado por pecado. Esperamos que estas breves notas te puedan servir para moverte con soltura si algún día, quién sabe, caes al otro lado.

jueves, 21 de noviembre de 2013

¿Harías sentadillas para viajar gratis?



¿El objetivo? Promover el deporte en el día a día de Moscú. ¿La iniciativa? Regalar billetes de metro a cambio de 30 sentadillas. A esto se le llama ser literal. Y me encanta (me seguiría gustando aunque sólo fuera porque alguien ha tenido que crear una vending machine que cuenta flexiones).

También es verdad que te permite viajar en metro aunque no tengas dinero. Al menos entre las estaciones que pertenecen a la iniciativa. En los tiempos que corren en todas partes, esto es una buena noticia. Aunque la gran noticia sería que ampliaran la duración de esta campaña más allá de diciembre.

La originalidad y solidaridad (¿inconsciente?) no las discuto, pero dudo del éxito. A ver, la gente hace lo que le da la gana, así que vete a saber. Pero me pregunto si cuando bajas al metro con el objetivo de ir a alguna parte te vas a parar a hacer sentadillas. Si tienes prisa, no hay nada que hacer; y si no la tienes, quizás no te apetece acabar cubierto de sudor. No te piden un maratón, es verdad; pero 30 es un número notable para un ejercicio que algunos describen como infernal. Más aún cuando a cambio recibes un billete de metro que sólo vale un viaje.

¿Tú harías sentadillas por un billete? ¿Te parece que la acción conseguirá que en Moscú sean más deportistas?

jueves, 14 de noviembre de 2013

"Pon el logo al final y ya está".


Cualquier campaña para cualquier marca debe ser personal e intransferible. O sea, que sólo la pueda firmar esa marca y ninguna más. Por desgracia, muchas veces no se tiene en cuenta.

Haz la prueba. En el vídeo anterior (campaña del aniversario de Hipercor), cambia el nombre en la locución y el logo del final por el de Carrefour o el de Alcampo.
Podría valer, ¿verdad? Pues entonces, algo no funciona en esa comunicación.

Me refiero exactamente a la diferencia entre el vídeo anterior y éste, del aniversario de Día:


Ya no basta simplemente con cambiar el nombre y el logo, ¿a que no? Este anuncio sólo vale para la marca Día. Cada detalle del spot está pensado y ejecutado para esa marca y para nadie más. 

En Mr. No Name pensamos que ésa es la única forma de hacer las cosas bien. ¿Cómo, si no, vamos a dar a cada marca la personalidad que necesita para diferenciarse de las demás? Además, no se trata sólo de diferenciarse, sino de que te recuerden. Porque si no conviertes a la marca o sus valores en parte de la historia, es posible que recuerden la la historia pero no la marca. A veces no es fácil, lo sé, pero es que encontrar la fórmula para que funcione es una parte básica de nuestro trabajo como agencia.

Te invito a que, a partir de ahora, te fijes de cuando en cuando en los anuncios y juegues a cambiar la marca por otra del sector para ver si funciona. Seguro que te sorprenderá más de un resultado.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Somos nuestro peor enemigo



Al principio pensaba que era un fake, pero es un producto real. Aunque pueda ser un invento maravilloso para los ciclistas urbanos, lo que más me interesa es la primera chispa que hizo prender la idea.

Después de ver el vídeo, yo me imagino así la conversación que empezó todo: 
- Oye, eso del casco para la bici es lo más incómodo del mundo. 
-  Sí, y queda horroroso. No importa cómo lo lleves. 
- ¿Te imaginas uno invisible, que funcionara como un airbag...?

Y en lugar de contestar "sí, claro, y qué más" o  "eso es inviable", pensaron "¿por qué no?". 

Eso lo cambia todo, porque muchas veces los límites nos los ponemos a nosotros mismos y con demasiada rapidez. El "es imposible" que nos brota automáticamente ante grandes desafíos, es el primer y más duro adversario al que te tienes que enfrentar. Por eso, tú eres al mismo tiempo tu peor enemigo y el único que puede derrotarlo.

jueves, 7 de noviembre de 2013

"Soy creativo, no mago".


La creatividad es algo maravilloso, nadie lo discute. Y el trabajo de los creativos es encontrar soluciones inesperadas, preferentemente geniales y que se adapten a un presupuesto, pero no sabemos hacer magia. Al menos aún no. 

¿Por qué digo esto? Porque a veces suceden cosas como éstas:

- Quiero regalar un gadget súper moderno, súper tecnológico, sorprendente… Para que cuando lo reciban en el nuevo welcome pack alucinen con la marca.

- Vale, nos ponemos con ello. ¿Con qué presupuesto contamos?

- Menos de 0,80€ por unidad.

- ¡Pero si con eso no llega ni para un aspirador de teclado!

- Sois creativos ¿no? 

En Mr. No Name defendemos la creatividad, pero también el hablar claro (y con cariño) a nuestros clientes. Nos importa tanto su negocio que, pase lo que pase, les ofrecemos siempre lo mejor en cada situación. Incluso aunque no se parezca mucho a lo que pidieron en un principio.

Por ejemplo, en el caso que se plantea en este post, lo que podemos y debemos hacer los creativos es inventar una buena alternativa ajustada al presupuesto para conseguir el impacto que pide el cliente. Mucho mejor gastarse ese dinero en otra acción/ objeto/ envío que quedarse en un quiero y no puedo ¿no?

En definitiva, lo nuestro es más sacarnos un as de la manga que rebuscar en la chistera en busca del conejo.

lunes, 4 de noviembre de 2013

5 claves para una buena reputación Online



Como prometimos en el post anterior, compartimos aquí 5 claves para construir una buena reputación Online. No, no hemos reinventado la rueda ni tenemos una fórmula mágica. Es más bien lo que en ningún caso puedes dejar de hacer. Eso sí, advertimos desde ya que esto es una carrera de fondo, por eso hablamos de "construir". 

Esperamos que las siguientes pistas te ayuden a que tu negocio tenga una buena reputación Online:

1. La mejor publicidad es un buen producto/servicio: si queremos triunfar, siempre estaremos dispuestos a escuchar a nuestros consumidores para mejorar. Si "premiamos" los comentarios con indiferencia, no podemos esperar que hablen bien de nosotros.

2. Si queremos saber, preguntemos: nuestros clientes saben mejor que nadie lo que estamos haciendo bien y lo que no. ¡Preguntemos siempre! Lo mejor es hacerlo en vivo y en directo justo antes/durante/después de cobrar. Pero como esto no siempre es posible, recomendamos tener una plantilla preparada y, muy importante, escoger un momento oportuno para pedirles que la rellenen. (Hay pocas cosas más irritantes como que te hagan "perder el tiempo" cuando no tienes ni un minuto que perder).  

3. No tengamos miedo: no nos puede dar vergüenza ni miedo pedir que compartan su experiencia en redes sociales y en las principales páginas de opinión del sector. Si podemos, lo ideal es ofrecerles además un incentivo para su próxima visita. Es verdad que, a la hora de comentar, la indignación motiva más que una experiencia positiva (por eso del desahogo y sentirse comprendido). Pero es que resulta que pedir su opinión es útil, entre otras cosas, precisamente porque está pensado para contrarestar este fenómeno:
  • Si el cliente estaba molesto y le hemos escuchado de verdad, se irá más contento porque sentirá que nos importa y hemos intentado resolver el problema. Y como consecuencia de ese "sentirse escuchado", podemos convertir su experiencia negativa en un comentario positivo. Como sucedió en este caso.
  • Si está contento y lo comenta, es más probable que otros que han tenido una buena experiencia también se animen a comentar. Así, poco a poco, estos comentarios positivos irán desplazando a los negativos.
4. Una de cal y otra de arena: lo más normal es que que el cliente esté contento con partes de nuestro producto o servicio y con otras no. No escurramos el bulto, agradezcamos siempre su aportación y pensemos cómo podemos mejorar, que para eso se ha molestado en darnos su opinión.

5. Nadie es perfecto: cuando nuestro cliente no esté contento por algo, no pongamos excusas o, aún peor, neguemos las evidencias. Todos nos equivocamos, y una marca capaz de admitirlo y pedir disculpas da una excelente impresión a sus consumidores. Pero eso a veces no basta, así que intentemos compensar a ese cliente insatisfecho con un descuento, un obsequio... Y recuerda que el error más terrible ocurre cuando no aprendemos de él.

Un último consejo, es mejor que asumamos que es inevitable que alguien hable mal de nosotros en algún momento. Por ejemplo, porque cualquiera puede tener un mal día o porque alguien quiera hacernos daño de forma intencionada. Lo importante es que si estamos preparados, podremos reaccionar. Ya sabes, marca precavida vale por dos.

jueves, 31 de octubre de 2013

Opiniones masivas


Hasta que apareció Internet, los mensajes sobre sus productos pertenecían a las marcas. Ellas decidían qué y cómo se comunicaba, al menos de forma masiva. Pero, claro, ahora ya no controlan la expansión y repercusión de las opiniones de la gente. 

La verdad es que, en general, nos fiamos mucho más de los mensajes que provienen de otros consumidores, así que es normal que cunda el pánico (sobre todo entre los que no hacen las cosas como debieran). Por ejemplo, para los que nos planificamos los viajes por nuestra cuenta, páginas como TripAdvisor se han convertido en una referencia casi obligada para que no te den gato por liebre.

A algunos esto no les hace ninguna gracia. El otro día salía en las noticias un cargo importante del sector hotelero quejándose de lo indefensos que se encuentran frente a los comentarios online. Esta persona defendía que no eran legítimos porque no tenían que pasar por ningún filtro y que eso no era justo. Según él, un comentario falso puede destruir la reputación online y perjudicar seriamente el negocio de cualquiera. Otro decía que puede ser la misma competencia intentando hundirles. A nada que busques un poco encuentras opiniones de esta clase de "indignación" por todas partes.

Y digo yo, cuando éramos nosotros los que estábamos indefensos ante su control absoluto de los mensajes ¿no era injusto? Cuando son los dueños de esos negocios los que comunican, ¿cómo sabemos que dicen la verdad? Ahí está la clave, no tenemos forma de saber si mienten. Aquí van un par de muestras: 
Que no se me entienda mal, no estoy diciendo que todos los negocios que viven del turismo usen estas sucias técnicas para captar clientes, pero todos sabemos que muchos lo hacen sin ninguna vergüenza. Así que me parece más que legítimo acudir a Internet para saber qué dice la gente sobre ese hotel que tiene tan buena pinta.

Para ser justa, también es verdad que hay usuarios que dan opiniones que no son reales (hay mucho trol suelto por la red). Y también es cierto que la indignación nos motiva más a comentar que una buena experiencia. Aunque si el hotel (o el producto que sea) mola de verdad, lo normal es que encuentres 15 comentarios positivos por cada uno terrible. 

Tenemos todo el derecho a opinar lo que nos parezca. ¡Faltaría más! Señores del sector turístico, la libertad de expresión está para ejercerla. Y como explicaremos en nuestro próximo post, con constancia y dedicación es muy fácil construir una buena reputación Online. Siempre que, claro, no intentes engañar a la gente.

lunes, 28 de octubre de 2013

El ingenio está por todas partes


Un día cualquiera paseas por la calle y te encuentras algo como esto. ¿A que mola? Desde aquí nuestras felicitaciones a www.corsetsmadrid.com

Hoy en día te encuentras esta clase de ingenio donde menos te lo esperas, desde una marca como IBM (gracias a la agencia  mi querido watson) con su smart ideas for smarter cities a 50 formas de simplificar tu mundo en  "una web cualquiera".

Los ejemplos están por todas partes, mira a tu alrededor cuando salgas de casa o bucea por la red, te sorprenderás de los resultados.

¿Y tú? ¿Qué muestras de ingenio inesperado has encontrado por ahí?

viernes, 25 de octubre de 2013

Gracias, Alex.

Por mucho que todos nos indignemos, necesitamos que nos apoye alguien a quien escucha mucha gente. Por eso, GRACIAS, Alex, por ser el portavoz de esta verdad como un puño de Thor de rotunda.

Es de cajón, por eso sorprende que sea necesario decirlo en voz alta. Pero hacía falta porque, en unas declaraciones surrealistas, resulta que el Director de Comunicación de la FECE comenta que la clave del éxito de la Fiesta del Cine ha sido el corto plazo. Ale, con un par.

Por supuesto, este señor tiene todo el derecho a aplicar la estrategia que se le antoje porque es su negocio. Pero como decíamos en nuestro post de ayer, verdad y comunicación son (y deben ser) compatibles. Al menos que lo diga claramente para que no le explote en la cara, porque con sus declaraciones ha ardido Internet. Aquí van algunos de los muchísimos ejemplos que se pueden encontrar por ahí:

jueves, 24 de octubre de 2013

Alergia a la verdad


Ya sabemos que la publicidad trata de vender, y pensamos que no hay nada de malo en ello, por eso no entendemos que algunos se empeñen en mentir. Y es que parece que la verdad es un recurso poco elegante, el último recurso o, simplemente, un recurso que no se contempla utilizar.

En el pasado, unas cuantas veces, ante alguno de los muchos desafíos a los que nos enfrentamos cada día, he oído a más de uno en las agencias preguntar con gran apuro: "¿Y qué le decimos al cliente?". Mi respuesta, un tanto perpleja, solía ser: "¿Y qué tal la verdad? Suele funcionar".

En otros casos, esta alergia proviene directamente del cliente. Hace años hubo quien nos pidió que hiciéramos un "envío para pedir perdón pero sin pedir perdón" (y sí, es textual). Por supuesto, nos parecía absurdo, pero el cliente no atendió a razones y tuvimos que hacerlo. La ironía de todo esto es que, al final, el envío recibió un premio publicitario. Y aunque queda muy bien en mi currículum, dudo mucho que aplacara la comprensible ira de los usuarios y, por tanto, dudo que a la larga fuera bueno para la marca.

Mi experiencia me ha enseñado que la gente agradece que le hables claro y le digas la verdad. Sí, incluso cuando se trata de admitir errores. Es más, sobre todo en ese caso, y es que aunque todos nos equivocamos, como marca se tiene más responsabilidad porque los errores afectan a más gente. Por eso, que seas "el que admite sus errores y dice (y hace) las cosas como son" puede ser el aspecto más importante de tu identidad: como, desgraciadamente, no es algo que se vea todos los días llama muchísimo la atención.

¿Un ejemplo? En otro post comentaba mi desesperación con los operadores de comunicación, y mencionaba a Pepephone como la gran excepción que confirmaba la regla. Pepephone se dedica a hacer bien lo que otros hacen mal y a comunicarlo en sus principios con todo el sentido común del mundo. Sus clientes aseguran que todas las comunicaciones que reciben de Pepephone son buenas noticias: les han bajado la tarifa, les han aumentado los megas, les compensan por algún error (lo hayan notado o no), etc. Con esto último, encima, consiguen que hasta un pequeño fallo de la compañía se acabe percibiendo de forma positiva. Honesto e inteligente. Así sí, ¿verdad?

En Mr. No Name creemos en el amor sincero entre marca y consumidoresPor eso, hoy invito a todos a rehabilitar la verdad como valor fundamental y gran recurso publicitario, independientemente de que la publicidad suela llevar  "el traje de los domingos" para causar buena impresión ;-)